Después de varias temporadas entre los mejores, Nicolás Martín Ferro finalmente alcanzó uno de los máximos reconocimientos del turf nacional: fue distinguido como el Mejor Entrenador del Año. A los 38 años, “Nico” (como lo llaman en el ambiente) ya había estado nominado en otras ocasiones, pero en 2024 logró que el esfuerzo y los resultados se transformarán en premio. Y no fue un premio más: es el mismo que en su momento recibieron leyendas como Juan Carlos Etchechoury, Juan Carlos Maldotti, y Roberto Gaitán Dassié, entre otros.

El galardón no llega por casualidad. En la última temporada, Ferro cosechó 102 victorias sobre 626 presentaciones. De esas conquistas, 22 fueron clásicos, 14 correspondieron a pruebas de Grupo y 6 fueron grandes premios. Entre ellos, nada menos que el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1), el más importante del calendario sudamericano, donde brilló con Intense for Me, un ejemplar que supo transformar y llevar a la gloria en la distancia larga.

Pero Ferro no se destaca solo por los números, sino por su capacidad para reinventar caballos y adaptarlos a distintos desafíos. Su ojo clínico, su sensibilidad para entrenar y su estrategia lo convierten en un preparador distinto. De hecho, algunos en el ambiente coinciden: "Dale un velocista, y Nico te construye un fondista".

Su éxito también es fruto de un entorno consolidado. Casado con Rocío, padre de Luna y Maica, Ferro entrena desde 2008 y mantiene el legado familiar iniciado por su padre, Enrique Martín Ferro, también entrenador de prestigio. Recibió la distinción en una escena emotiva: de manos de su suegro, Julio Menditeguy )presidente de la Asociación de Criadores), mientras Enrique lo celebraba con un gesto de orgullo en alto.

Durante 2024, apostó fuerte por su sociedad con Francisco Goncalves, quien montó para su caballeriza en 253 ocasiones y logró 50 triunfos. También compartió campaña con Leandro Goncalves, figura indiscutida de la temporada, que ganó 479 carreras para 347 entrenadores diferentes, llevándose el título de Jockey Campeón por octava vez y séptima consecutiva.

La trayectoria de Ferro no estuvo exenta de obstáculos. A mediados de 2024 recibió una suspensión de ocho meses por una infracción en San Isidro, situación que él mismo cuestionó por falta de garantías. Sin embargo, lejos de frenar su carrera, eso pareció impulsarlo aún más.

Ahora, con proyección internacional en el horizonte y Intense for Me clasificado para la Breeders' Cup Turf (G1) de 2025 en Del Mar, Nicolás Martín Ferro se consolida como una figura clave de la nueva generación. Profesional, apasionado y ambicioso, ya no es solo una promesa del turf argentino: es una realidad.

Por Augusto Ramirez