El caballo de Blue Rose Farm, entrenado por Jena Antonucci, la primera mujer que gana una prueba de la Triple Corona de los Estados Unidos, y dirigido por el venezolano Javier Castellano, sorprendió en el hipódromo neoyorquino en su quinta actuación
Hasta ayer, la historia del 155° Belmont Stakes (G 1-2400 m) eran los 50 años de la Triple Corona de Secretariat, el caballo más venerado del turf estadounidense. Pero la historia, aunque fuera por unos días, serán Arcangelo (Arrogate) y su entrenadora, Jena Antonucci, la primera mujer en ganar un clásico de la ilustre serie de tres que tiene esa hípica. Y no menos importante fue para Javier Castellano en lo personal. Después de 25 años desde que adoptó Nueva York para trabajar y formar una familia, este enorme jinete venezolano se llevó su primer Belmont Stakes en el año en que obtuvo su primer Kentucky Derby (G 1-2000 m) gracias a Mage (Good Magic).
Precisa, llena de fe, la conducción que le dio Castellano a Arcangelo fue como para acallar algunos comentarios adversos que recibió el día en que Mage entró 3° en el Preakness (G 1-1900 m), donde terminó la ilusión de un nuevo triplecoronado. Opiniones que van a mantenerse, pero que ahora el jockey bicoronado con dos caballos diferentes puede dejar atrás.
Como suele decirse con ilusión o con un resultado puesto, “no se necesita un caballo de 1 millón de dólares para ganar un Classic”. Lejos de ello, Arcangelo costó 35.000 dólares de las ventas de septiembre de Keeneland; una moneda al aire en 2021 devenida una ganga en el instante en que su figura de tordillo fuerte y tenaz como su padre se hizo invulnerable en la recta final. El caballo criado por la cabaña chilena Don Alberto en Kentucky, superó por un cuerpo y medio al favorito Forte (Violence), que dejó tercero a Tapit Trice (Tapit), y pagó 17,80 a ganador -5° cotizado entre diez-; Forte, campeón 2 años de 2022, reaparecía tras semanas sin competir por una lesión previa al Derby.
Antonucci, de 47 años, fue veterinaria asistente y trabajó con el entrenador D. Wayne Lukas hasta que se independizó en 2010. “Estoy tan agradecida a este caballo”, dijo la cuidadora luego. “Voy a estar en deuda con él por siempre, porque es un caballo honesto, de enorme corazón; es la razón por la que uno se levanta siete días a la semana. No he dormido mucho en las últimas noches, a decir verdad”, agregó tras el aliento que le dio al tordillo desde su box en la tribuna y la celebración eufórica apenas cruzó el disco, que la puso al borde del llanto.
Castellano, de 45 años, comentó a Agentes 305: “He sido bendecido: el Hall Of Fame, cuatro Eclipse Award, el Kentucky Derby, dos veces el Preakness y ahora el Belmont Stakes; gracias a Dios y al apoyo de todos los dueños que han hecho realidad todo esto, los entrenadores, mi familia, mi esposa y mis hijos”. Después describió a Arcangelo: “Es un caballo que se está desarrollando, había corrido cuatro veces, un segundo, un cuarto, salió de perdedor conmigo y enseguida ganó el Peter Pan (G3-1800 m, pr la cabeza), en Belmont. Sigue aprendiendo; esta era la prueba de fuego para demostrar que es un buen caballo y lo hizo como todo un campeón ante los mejores tresañeros de la nación, como National Treasure, ganador del Preakness, Angel of Empire, 3° en el Kentucky Derby…”.
Sobre el desarrollo, Javier detalló: “Tuve un buen tren de carrera, todo me salió perfecto, como lo pensamos. Se trataba de venir alejados de la velocidad, teniendo en cuenta que es una milla y media y hay que tener bastante paciencia. Eso me lo ha dado la experiencia en los hipódromos de Nueva York. En Belmont la recta es bastante larga y las curvas son bien abiertas, si te mueves temprano puedes perder la carrera. En los 600 el caballo quería correr, lo dejé por dentro y ganó como un campeón”.
El triunfo fue muy especial para Castellano: “Deseaba ganar el Belmont Stakes -como el Kentucky Derby-, porque residimos en Nueva York, mis hijos nacieron aquí, se han criado aquí, fueron a la escuela aquí, y llegar a casa y compartir esta alegría con mis vecinos es una satisfacción, así como que mis hijos lo hayan presenciado. Les doy las gracias a todos los fanáticos hípicos latinoamericanos y a Venezuela, que siempre me ha apoyado en mi carrera profesional”.
Será una temporada inolvidable para el jockey y para la entrenadora de Arcangelo, que durante 2m29s23/100 le pusieron un paréntesis a la memoria de Secretariat.
foto Adam Coglianese
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